Uno de los temas más discutidos, pero a la vez, más desconocido es el del uso correcto de los desarrollos de nuestras bicicletas.
Todos nos hemos planteado en muchas ocasiones, por qué desarrollo optar para ser más eficiente en el rendimiento. Sobre todo nos ocurre cuando el desnivel es ascendente, pero dudamos si optar por utilizar el plato grande con piñones altos, o por el contrario seleccionar plato pequeño y piñones más pequeños.
Muchas veces, jugamos con ventaja a la hora de solucionar el citado dilema, cuando conocemos perfectamente el perfil de la etapa o entrenamiento.
Es decir, si conocemos que la subida no es muy larga, y pronto alcanzaremos un llano o iniciaremos un descenso, generalmente la opción más inteligente es optar por plato grande y piñones grandes para así evitar cambiar plato (opción mecánicamente más compleja) al llegar a la cima.
Por el contrario, si conocemos que la ascensión es muy prolongada, aunque haya algún tramo en el que el desnivel descienda un poco, posiblemente nos convenga iniciar la ascensión con plato pequeño y piñones intermedios, si tenemos la previsión de no necesitar recurrir a fuertes desarrollos que nos obliguen a introducir el plato grande. Sobre todo, si la etapa acaba en esa misma ascensión.
¿Cómo podemos calcular qué desarrollo estamos “moviendo”, y su correspondencia en metros?
Existen varias maneras de conocer los desarrollos en función de la multiplicación que hayamos escogido, pero para no liarnos con cifras farragosas, pulsad el siguiente enlace:
y ahí obtendréis los desarrollos de manera automática y fiable.
Cadencia de pedaleo
Este terreno ya es más delicado, puesto que habitualmente la decisión está en manos de los gustos y preferencias del ciclista, así como de su condición física, estado de forma y, sobre todo de su capacidad aeróbica.
Mantener una cadencia de pedaleo alta, supone elevar las pulsaciones y, por consiguiente, una excelente capacidad aeróbica que la alimente.
Por el contrario, emplear desarrollos fuertes que obliguen a cadencias de pedaleo bajas, requiere una musculatura resistente que lo soporte durante, en ocasiones largos períodos de tiempo.
Para la mayoría de los ciclistas, la virtud está en el término medio, es decir, equilibrar la demanda de oxígeno y la carga de trabajo del tren inferior, para evitar “ahogarse” por un lado y “trancarse” por otro.
· Cadencia de pedaleo baja. Suele ser característica de grandes sprinters, y ciclistas con musculatura muy potente, de grandes dimensiones. Claudio Chiappucci abusaba, en ocasiones de mucho desarrollo, priorizando de carga de trabajo al tren inferior, frente a su capacidad respiratoria
· Cadencia de pedaleo alta. Característica de los grandes escaladores, y de musculatura más longilínea. Requiere de una capacidad aeróbica superior, ya que llevar un alto régimen de pedaleo ocasiona una mayor demanda de oxígeno. Miguel Induráin, uno de los ciclistas con mayor capacidad aeróbica de la historia, acostumbraba a mantener elevados ritmos de pedaleo, que acababan con dinamitar las prestaciones aeróbicas de sus adversarios.
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